Cómo Hablar con tus Hijos Sobre los Extraños sin Generar Miedo

 Cómo Hablar con los Niños Sobre el Peligro de los Extraños: Guía Práctica para Padres

Por Astrid Báez

Hablar con nuestros hijos sobre el peligro que pueden representar los extraños es fundamental para su seguridad, pero no siempre es fácil encontrar las palabras adecuadas sin generar miedo. Por eso hoy te comparto una guía práctica y amorosa para abordar este tema delicado, cuidando el bienestar emocional de tus pequeños.

1. Empieza con una conversación sencilla y honesta

Explícales que la mayoría de las personas son buenas, pero que a veces existen personas que pueden querer hacerles daño. Usa ejemplos cotidianos que puedan entender, sin dramatizar.

2. Define quién es un extraño

Explícales que un extraño es cualquier persona que no conocen bien, incluso si parece amable. Recuérdales que no deben ir con nadie ni aceptar cosas sin permiso de mamá, papá o su cuidador.

3. Enséñales a decir “NO”

Practiquen juntos frases como: “No, gracias”, “No puedo ir contigo”, o “Voy a buscar a mamá/papá”. El objetivo es que se sientan seguros para poner límites.

4. Señala quiénes son los adultos seguros

Muéstrales a quién pueden acudir si se sienten perdidos o asustados: policías, maestros, familiares o incluso una persona con uniforme o que esté cerca de un negocio.

5. Mantén siempre una comunicación abierta

Diles que pueden contarte cualquier cosa que les preocupe, sin miedo a regaños. Así se crearán lazos de confianza que ayudarán en cualquier situación.

Recursos útiles para padres

• Libros infantiles: "¡No, no, no! Un libro para enseñar a los niños a decir no", o "Los secretos que los niños no deben guardar"

• Videos educativos: Puedes buscar en YouTube videos con lenguaje simple que enseñan sobre la seguridad con extraños.

• Juegos de rol: Practiquen situaciones cotidianas para que los niños aprendan a reaccionar con confianza.

Recuerda: proteger sin infundir miedo

El objetivo es que tus hijos se sientan preparados y seguros, no asustados. La clave está en darles herramientas con amor y acompañarlos en el proceso.